Dra. Eleonora Badilla Saxe
Catedrática UCR
¿Qué más se puede decir de la educación costarricense, después del formidable Informe que ha presentado el Programa del Estado de la Educación, coordinado de manera impecable por Isabel Román? Muy poco. Se trata de un documento imprescindible, no solamente para quienes nos interesamos en educación, sino para todo costarricense. La lectura de este informe, sólidamente fundamentado en una cuidadosa investigación, nos permite comprender de dónde venimos y dónde estamos en materia educativa en Costa Rica.
Omito la sección de educación del informe anual que nuestra Presidenta no pudo presentar ante la Asamblea Legislativa pues está disociada del Informe.
Así que, al atender la invitación de mi querido amigo Jorge Cornick, para conversar con ustedes sobre educación, he decidido ubicarme en la situación de dos lugares educativos, y seguidamente proyectar mis ideas sobre educación en el país, hacia el futuro. Lo haré desde una perspectiva radical y optimista. ¿Optimista frente a una realidad tan desoladora? Como dice John Lennon… “podrás decir que soy una soñadora, pero no soy la única; y si querés unírtenos, el mundo vivirá como uno”.
Un lugar: los baños. Mientras en el discurso de recibo del Informe el día 26 de abril en el seno de CONARE, el señor Ministro de Educación don Leonardo Garnier, reconocía públicamente que (¡después de cinco años con la cartera!) no tenía idea del estado deplorable de los baños en las instituciones educativas, el informe señala que es la principal causa de molestia de nuestros estudiantes. Yo sí sé. He visitado cientos de instituciones educativas incluyendo los baños y en muchísimas de ellas, he usado los baños, cuyo estado es, más que deplorable, asqueroso. No me da miedo usar la palabra, porque es la única que refleja la realidad de algunos de ellos.
El asunto no es trivial: los baños se refieren a nuestra intimidad; a nuestro cuidado y estima personal. Baños en pésimo estado, con olores nauseabundos, atentan contra la dignidad del estudiantado. No hay beca, ni posibilidad de arrastre de materias que subsane esa herida. El estado de los baños de nuestras instituciones educativas es una profunda e indeleble lección de ética, estética y ciudadanía. Y más allá, es un reflejo del estado general de la infraestructura educativa en el país. Todos y todas sabemos del estado (y ausencia de ) de aulas, gimnasios, pasillos, conexiones eléctricas… Sabemos de estudiantes recibiendo lecciones en galerones y salones…¡y bares! Sabemos de las órdenes de clausura de instituciones educativas dadas por el Ministerio de Salud.
Y, mientras el Informe dice que hay un déficit de 500 mil millones de colones en infraestructura educativa, la Contraloría de la República dice que, del 6% del producto interno bruto que se presupuesta para educación, anualmente se subejecutan miles de millones de colones (Entre el 2008 y 2009 se subejecutaron 68mil millones de colones)
Imaginá ahora que del 2011 en adelante no se subejecuta ni un cinco del presupuesto del Ministerio de Educación Pública. Imaginá, que en el primer año de la no sub-ejecución se arreglan todos los baños de los edificios educativos del país; que todos están en un estado aceptable; que hay suficientes en proporción con el número de estudiantes; todos con por lo menos agua corriente, jabón, y papel higiénico. Imaginá también que en los años siguientes a la no sub-ejecución, se invierte hasta el último cinco, no solamente en recuperar la infraestructura educativa, sino sobre todo, en modernizarla; en abandonar las construcciones divididas en aulas cuadradas, con pupitres en filas… por nuevos diseños arquitectónicos para el aprendizaje complejo y transdisciplinar como corresponde al siglo XXI.
Otro lugar: el aula. Tanto el Acuerdo Nacional por la Educación (convocado por el Consejo Superior de Educación [CSE] el 1.° de agosto del 2005 y aprobado por el mismo Consejo en setiembre del 2008), comola Propuesta para mejorar el Sistema Educativo, entregada por el Consejo Nacional de Rectores (Conare) al Gobierno en mayo del 2006 y el Informe sobre el Estado de la Educación del 2011 miran en el aula el espacio para iniciar procesos de mejoramiento del sistema de educación nacional.
Yo estaría de acuerdo, si, y sólo si… imaginamos un aula diferente al espacio cuadrado reducido a cuatro paredes, que conocemos ahora.
Imaginá: Ahora pensá en el aula del siglo XXI. En el pasado, el aprendizaje “oficial y reconocido” había estado reservado a ciertos lugares (aulas físicas, cuadradas y encerradas) y en algunas horas (que comúnmente llamamos lectivas). Dichosamente, en nuestros días, el aprendizaje (incluyendo el oficial) se ha hecho ubicuo; es decir, está presente a un mismo tiempo en todas partes. Esto ha sido posible gracias a las nuevas herramientas mentales (como el pensamiento complejo y transdisciplinar); las digitales (sobre todo las móviles) y las de la comunicación (celular, satelital, etc.). Estas herramientas, nos han permitido ir eliminando muchos de los obstáculos que nos habíamos impuesto y que impedían hacer de la vida una aventura permanente de aprendizaje. Poco a poco, vamos derribando otras barreras también. Por ejemplo, en nuestro país, la Sala Constitucional recientemente declaró el acceso a Internet como un derecho fundamental e impuso al Estado la obligación de promover y garantizar, en forma universal, el acceso de las y los ciudadanos a las nuevas tecnologías.Desde la perspectiva de la educación de nuestras jóvenes generaciones, el reconocimiento de este nuevo derecho debe ser un punto crucial y debe garantizarse con prontitud. Ya no solamente debemos honrar para ellos el derecho a la educación, sino al aprendizaje permanente, lo cual se logra al estar en conexión con el mundo, contando con una computadora personal móvil.
Imaginá el aula (no como el espacio encerrado entre cuatro paredes), sinocomo todos los lugares y espacios, en todos los tiempos en que haya un aprendizaje mediado por docentes rigurosamente preparados y con los recursos didñacticos al alcane, para hacerlo. Entonces sí, yo estaría de acuerdo en que la innovación comienza en “el aula”.
Si “aula” significa el encierro de cuatro paredes … paso.
Siempre es un gusto leer a Eleonora con toda su pasión por el tema de la educación.
ResponderEliminarAulas y baños realmente hacen comunión con la dignidad del estudiante. Me da pena pensar en que hemos sido tan poco insistentes -como usuarios o padres de usuarios/as-, pues normalmente levantamos la voz ante la falta de material didáctico, infraestructura general, capacitación para las/os educadoras/es o calidad de contenidos o evaluación e ignorando un pequeño gran detalle para mejorar el ambiente para el aprendizaje y el bienestar de los educandos.
Gracias por compartir tan valioso commentario.